domingo, 18 de noviembre de 2012

 

El Propeller Madrid analiza los retos y soluciones del sector marítimo-portuario

La sede de la Fundación Mapfre en Madrid acogerá el próximo jueves 29 de noviembre la celebración de PROMart 2012, 1ª Mesa Redonda sobre Logística Marítimo-Portuaria, organizada por el Propeller Club Madrid.
Con esta iniciativa el Propeller refuerza su compromiso con el mundo marítimo y progresa en su apuesta por vertebrar la comunidad marítimo-portuaria en Madrid y por aportar cohesión, reflexión, debate y propuestas en torno a los retos actuales y futuros que vive el sector.
La jornada será inaugurada por el presidente de Puertos del Estado, José Llorca, y contará con la representación de los principales agentes sectoriales que intervienen en la cadena logística marítimo portuaria, como son los puertos (AP de Barcelona), las navieras (ANAVE), las empresas estibadoras y consignatarias (ANESCO), las empresas transitarias (FETEIA) y los cargadores (Aeutransmer).
Desde este blog invitamos al colectivo marítimo-portuario a participar en el evento. 
 

miércoles, 23 de mayo de 2012

Matanuska Ferry Crash


Accidente de un ferry en Alaska.

Mirad el vídeo. ¿En qué estaba pensando el que estaba al mando?

Video Accidente Ferry


viernes, 3 de febrero de 2012

ASÍ SE HUNDIÓ EL COSTA CONCORDIA


Por cortesía de Luis Merino, adjuntamos un enlace con información sobre el Costa Concordia durante el accidente que llevó a su hundimiento.

http://www.qps.nl/display/qastor/2012/01/17/20120117_stranding

Merece mucho la pena visualizar el vídeo que aparece en la entrada del 30 de enero sobre la evolución en 3D del buque antes y después del impacto. Para verlo, podéis cliquear en el siguiente enlace o copiarlo directamente en la barra de vuestro navegador.

http://news.qps.nl.s3.amazonaws.com/Costa%20Concordia%20Jan%2013%202012%203D%20Version.wmv

miércoles, 6 de julio de 2011

Pajarillos Abrasados

6 de julio de 2011
www.diariodelpuerto.com

Por Miguel Jiménez

Recientemente estuve en una casa rural en Murcia que, entre otros atractivos, contaba con una estupenda barbacoa, adosada a un lateral y coronada por una chimenea que sobresalía por encima del tejado. Tres veces utilizamos la barbacoa y en las tres, por desgracia, hubo víctimas.
Encontré la primera después de haber asado chuletas la noche anterior. Por la mañana, mientras limpiaba la ceniza, apareció entre los rescoldos: un pajarillo, chamuscado, el pobre. “¿Por dónde se ha metido?”, pensé.
Dos días después, lo mismo: mientras preparaba las brasas y trajinaba con el pollo y las verduras, a la que fui a la cocina por la paellera, me encontré de nuevo en el fuego otro pajarillo, tieso. No les digo el exabrupto que se me escapó. “Al menos no ha caído en el arroz”, pensé. Y entonces reparé en el verbo caer y miré para lo alto de la chimenea y empecé a comprender.
“¿Y qué le vamos a hacer?”, me comentó el dueño de la casa. “Esto está repleto y cualquier sitio es bueno... En todo caso, con tanto fuego, humo y calor... Para mí que ya no hay problema... Ya no debe haber ahí nada...”
Con cierta inseguridad, al día siguiente comencé a preparar la leña para la parrillada de despedida y, a la que me agaché por más troncos, escuché un agudo piar. Lo encontré en el sitio que, pese a los precedentes, menos podía imaginar. En un rinconcito, otra vez en la barbacoa, aún apagada, se acurrucaba el tercer pajarillo, vivo, hambriento, con las plumas incipientes, desorientado por el golpe. Escuché entonces, ya sí, a la madre, arriba, todavía arriba, en el nido, situado, ya estaba claro, en la chimenea... Menudo sitio.
Dejé al animalillo a la vista, acurrucado entre las hojas secas de una maceta cercana, con la esperanza de que el instinto empujara a su mamá a volverlo a alimentar. No sé qué fue de él. A la mañana siguiente ya no estaba.
En estos tiempos de crisis abrasiva, en medio de esta achicharrante coyuntura en la que las lenguas de fuego devoran competitividades y el humo nubla el futuro y se lleva al abismo cualquier plan de futuro considerado, en su día, razonable, la caída definitiva de un nuevo puerto en el imperioso abismo del empréstito de la Administración central me ha recordado estos días la historia de los pajarillos.
Primero cayó del nido Gijón, golpeado por la lengua de fuego del sobrecoste que tuvo en el relleno de su magna ampliación y salvado de la parrilla -a la que le habían atado cual San Lorenzo- con los 215 millones de euros que a comienzos de 2010 Puertos del Estado decidió conceder a modo de préstamo.
El siguiente ha sido A Coruña, cuya apertura al exterior en Punta Langosteira fue calificada en su día como la mayor obra civil por complejidad y características técnicas jamás desarrollada en España, méritos suficientes para, con el Atlántico como gran enemigo, despeñarse entre las cenizas y las pavesas de estos tiempos infernales. El viernes el Consejo de Ministros acordó el rescate con un nuevo préstamo de Puertos del Estado, esta vez de 250 millones de euros. Tremendo.
Lo sorprendente es que, a tenor de estos sucesos, aún muchos sigan situando el problema en el “desgraciao” que encendió el fuego y piensen que los pájaros no se hubieran achicharrado si no se hubiera usado la barbacoa.
No hay más que escuchar a algunos de los responsables de estas autoridades portuarias y de las administraciones locales aledañas para comprobar que no han entendido nada. Exigen, repito, exigen, el dinero con tanta insistencia e insensibilidad que parece que el que el Estado tenga que cubrir los errores de esa autonomía -que tan bien defienden cuando más les conviene- sea un derecho, incluso inalienable, cuando si el Estado finalmente cede es por un ejercicio de responsabilidad, para no tirar a la basura todo el hormigón ya empleado, no por que se crea sus historias de las maldiciones, las inclemencias y los imponderables, que no son más que las excusas que esconden el no haber sabido hacer las cosas.
Porque, efectivamente, el problema no es que te enciendan en el trasero la barbacoa, el problema es haber construido el nido encima de la chimenea, es decir, sobredimensionar el mercado y colapsar la oferta plantando un megapuerto cada doscientos kilómetros (o 50, que de todo hay) y, encima, pretender sostenerlo con la estructura financiera de un minipuerto. O sea, jugar con fuego... Y quemarse.
Venderle este desaguisado a la ciudadanía, la de fuera, la que no está contagiada del forofismo local, es complicado, sobre todo cuando no se divisa la rentabilidad de los proyectos y uno tiene la sensación de que estos préstamos son tirar directamente el dinero por la borda para sepultarlo en el mar.
No sirve de nada explicar que los puertos se financian con recursos propios, que el dinero que da Puertos del Estado lo tendrán que devolver y que el desaguisado no les saldrá gratis. Tampoco sirve que les hables de la nueva Ley de Puertos y de cómo un puerto, en estas situaciones y hasta que devuelva la pasta, queda oficiosamente intervenido. No hay confianza en estos condicionantes: “Lo pagaremos los contribuyentes, ya lo verás. Ahora no, pero en unos años volverán a estar en apuros, la Administración se prestará a refinanciar la deuda e, incluso, por motivos políticos vendrá otro y la condonará...”, escuchas, te dicen, y no sabes replicar.
Lo peor es que en el nido aún quedan pajarillos, de momento, vivos.
Acurrucado está Cartagena, con su mastodóntico y desconcertante proyecto de El Gorguel. No obstante, el que más pía es Pasajes, desesperado, pues haber definido ya su proyecto no es refugio suficiente para evitar las llamas.
En este caso, los nuevos tiempos postelectorales han alimentado los posicionamientos públicos de quienes, aún habiendo logrado la confianza de la ciudadanía, siguen instalados en ese mundo irreal de las propuestas utópicas, absurdas y jaraneras, ese paraíso de las ocurrencias en el que se vive cuando ni por asomo crees que vas a gobernar. Luego te cae el poder encima y la inercia te lleva a defender no sólo que no se construyan nidos, sino que se acabe con todos los pájaros. Ni ampliaciones de puertos, ni puertos. Al fin y al cabo, negar a una empresa su crecimiento es sencillamente matarla.
Pasajes paga así el peaje de los desmanes vecinos y, aún cuando no ambiciona más que salir al exterior y optimizar y redistribuir espacios, carga con la losa del despilfarro generalizado y, lo más triste, con la incomprensión de quienes hace nada hicieron lo mismo.
Se ha hablado de especulación, de una marina, de centros comerciales, de zonas verdes en el espacio liberado, y se critica con hipocresía y frentismo foral lo que es una oportunidad económica que beneficiaría a todos los ámbitos de la localidad, incluso al portuario.
Piensen que Bilbao hoy no sería Bilbao si el puerto no hubiera encontrado su futuro en la bocana de la ría. ¿Pasajes no tiene ese derecho? Parece, en cualquier caso, que no son buenos tiempos para ejercerlo.
Al final, no todos los huevos son iguales, no todos los pájaros son iguales, no todos los puertos son iguales, aunque todos terminen abrasados.

jueves, 27 de enero de 2011

La chapuza de un secuestro

La chapuza de un secuestro
26 de enero de 2011
www.diariodelpuerto.com



Por Miguel Jiménez

Pasan las horas y me sigo preguntando de qué se reían, de qué demonios se reían los cuatro personajes de la foto que puso el jueves el colofón a la chapuza de la autopista del mar Vigo-Saint Nazaire. Tenemos recientes casos en el sector logístico de cómo hay gente que en este tipo de actos sabe ser coherente con las trayectorias y pone la cara contenida que hay que poner ante esperpentos exponenciales como el del asunto referido.
Pero no, el jueves en Vigo todos sacaron al tío Profidén a pasear, un “fair play” que, estando hasta donde estoy de este asunto, me sabe, por parte de algunos, a recochineo. Así, dejando a un lado como razón la buena educación y los modales, reitero, ¿de qué se reían el jueves los cuatro señor@s de la foto?
Digo yo que al presidente de Puertos del Estado, Fernando González Laxe, lo que se le escapaba por las comisuras de los labios era el alivio por haber encontrado una argucia legal para maquillar el fracaso del proyecto. O sea, damos el cambiazo en el capital de la sociedad adjudicataria, y como formalmente ésta no se altera y seguimos en plazo, pues ale, a seguir para adelante y a ver si empiezan de una vez
Pero claro, si yo hubiera concurrido a ese concurso tan historiado que montaron España y Francia, a mí esta puerta de atrás que se ha elegido me parecería un insulto y una violación del procedimiento y de la igualdad de condiciones. O sea, el adjudicatario incumple sus compromisos y decide tomar las de Villadiego y, en vez de decidir OPPE hacer un nuevo concurso, lo que hace es dar el visto bueno para que se le transfiera la subvención a otro que se ha elegido, atención, a dedo. Transformamos, por tanto, un concurso público en un DEDAZO gestado tras las puertas de un despacho. Chapuza.
Pocas razones tenía para sonreír el presidente de Puertos del Estado y menos aún si tenemos en cuenta que representa a la institución corresponsable desde el primer momento de este absurdo pasteleo. Sí, sí, así de claro, porque, seamos sinceros, lo de echarle la culpa a Europa en lo de las autopistas del mar por la burocracia del proceso es tapar los errores garrafales en la adjudicación. Gijón, con la misma burocracia, ya está en marcha. Vigo, en cambio, no. ¿Por qué? Porque se cometió el error de apostar por subvencionar tráficos viejos, de hacer adjudicataria a una línea que se suponía que tenía que crear tráficos nuevos pero que sólo podía hacerlo con los tráficos de PSA que ya tenía: incluso llegó a acordarse el absurdo de que los coches se computarían como tráficos nuevos. Es decir, se pervirtieron las bases del concurso y, claro, vino Murphy, la tostada cayó boca abajo, Acciona perdió los tráficos viejos y se quedó sin viabilidad para la autopista. No hay ni una sola razón en Puertos del Estado para sonreír.
Y Acciona, sí, claro, Jorge Vega-Penichet no podía ocultar el jueves, entiendo, el alivio por el tremendo marrón que se ha quitado de encima. Una vez perdidos los tráficos de PSA, aquello estaba muerto. En todo caso, hace exactamente un año estuve en Vigo escuchando la presentación de su estrategia comercial para intentar reflotar el proyecto. Los plazos eran insultantes (¡verano de 2011!), pero no se podía negar que había un esfuerzo loable, profesional e incuestionable. Ahora bien, está claro que no ha servido de nada. Acciona se baja del barco y el jueves lo que tenía que haber puesto es una meridiana cara de fracaso. Si LD Lines ha montado la autopista en Gijón con tráficos nuevos y otros sin esas subvenciones están haciendo lo mismo en Bilbao o en Santander, no entiendo por qué no lo podía haber logrado Acciona, que sí, le dinamitaron las ruedas del carro, pero aquello sólo fue la justicia divina de poner al consorcio en las condiciones en las que realmente debía haber resultado adjudicatario, es decir, con tráficos totalmente nuevos, lo que otros están sabiendo hacer y Acciona hemos visto que no ha sido capaz.
Pero atención, con el dedazo a CMHF se mantiene la perversión, pues se le da la autopista a la naviera que se ha quedado con los tráficos de PSA, es decir, seguimos creyendo que no hay tráficos nuevos sin tráficos viejos y que por estos hay que pagar. Lamentable.
Eso sí, fanfarrias, la autopista está salvada. ¿De qué? ¿De quién? Hombre, de quienes se la pudieran arrebatar, pues el acuerdo del jueves lo que denota es que la Autoridad Portuaria de Vigo ha secuestrado la autopista, se pone de manifiesto que la ha convertido en su rehén, se transmite que es suya y que vale todo con tal de que siga radicada en ese enclave.
Vuelvan a mirarle los dientes límpidos a Doña Corina Porro y su “smigoliana” pose: “Es mía, sólo mía”. Parece no importar que la responsabilidad de un proyecto de este tipo, seamos sinceros, recaiga en la naviera, ni que esta es la que se debe considerar moralmente la adjudicataria real, pues es la que va a desarrollar el servicio en su integridad. Por eso, en este caso, en el que el consorcio ganador se ha visto alterado de forma trascendental -ha perdido a su naviera- y, ojo, ésta ha demostrado ser incapaz de captar tráficos nuevos al nivel de lo que se le exigía en el concurso (sin la falsa y tramposa red de los tráficos viejos), ¿tiene sentido seguir creyendo en el proyecto de Vigo?
Pues sí, a ver quién tiene narices de quitarle el “anillo” a doña Corina, ¿verdad? Es mejor la vía “digital” y perpetuar el garrafal modelo de la designación inicial. “¡Vigo mantiene su autopista!” y se supone que los vigueses lo tendrán en cuenta cuando vayan a las urnas a votar. Siento no poder separar las decisiones de doña Corina en la Autoridad Portuaria de Vigo de su afán por recuperar la alcaldía.
Pero no sólo la autopista es rehén de Vigo. Con este trapicheo societario la han convertido definitivamente también en rehén de los tráficos de PSA. Está claro el mensaje: “No es posible una autopista del mar en Vigo sin PSA”. Entonces, ¿qué harán si dentro de un par de años, o incluso pasado mañana, el gigante automovilístico francés y su operador logístico Gefco deciden sacar otro concurso y le quitan los tráficos a CMHF y se los vuelven a dar a Acciona o a una tercera? ¿Volveremos otra vez al lío? ¿Empezará la autopista a incumplir los compromisos de tráfico y para salvar la cara y la pasta habrá que inventarse otro traspaso societario? ¿Debe estar tranquilo Luis de la Peña, sonriente tras quitarle a Acciona primero los tráficos y luego la autopista?
Si alguien piensa que Gefco se va a apiadar en este asunto, va listo. Ni CMHF tiene el tráfico seguro ni, si salen de nuevo a concurso los tráficos de PSA, Gefco va a tener en cuenta el tema de la autopista. No lo tuvo con Acciona ni lo volverá a tener. Y, además, con razón. Recuerden lo que dijo en noviembre su presidente en Madrid. Y ojo si piden cosas como cambios de escalas, rotaciones... ¿Improbable? Nada es improbable. Por tanto, ¿hay derecho a someter la promoción y desarrollo de una modalidad de transporte de interés público al albur de una compañía con unos loables intereses privados?
Parece que ser que sí, que en esta irritante chapuza a nadie le importa que unos señores hayan secuestrado la autopista y se la repartan a su antojo. ¡Con mis impuestos!

miércoles, 22 de diciembre de 2010

BIENVENIDOS

Bienvenidos al nuevo blog del Propeller Club Madrid.

Este un espacio para compartir opiniones, experiencias, ideas y visiones sobre el sector marítimo y la logística en su conjunto.

Un foro para debatir, aprender y comprender.